RECONECTA CONTIGO: 064
🕰️ 6 minutos de Reconexión
🎧 Puedes escuchar el audio mientras manejas, desayunas, haces popó, te arreglas, cocinas, entrenas, caminas, etc…🎧
En este “mundito” espiritual en el que me muevo, y seguramente tú también, se habla mucho sobre que todos somos valiosos. Sin embargo, a veces lo malinterpretamos.
Como personas, como seres humanos, todos somos valiosos. Eso lo voy a repetir algunas veces en este ensayo para que no confundas el mensaje que quiero darte.
Ahora, veámoslo desde una tercera persona. Si tienes un amigo o amiga que habla mal de ti a tus espaldas constantemente, que te tiene mucha envidia y que siente celos cuando las cosas te salen bien, ¿vale la pena como amigo(a)?
Si tu pareja te insulta enfrente de los demás, te dice cosas hirientes todos los días, te aplasta con sus palabras y te trata como cucaracha, ¿vale la pena como pareja?
Si te siguen pintando el cuerno, ¿vale la pena invertir tu tiempo y energía y abrir tu corazón para quien no te está valorando?
O que me dices del socio de trabajo que elegiste, que no es transparente con los números, que te ve la cara, o que tiene interés nulo en el proyecto que han creado o que están creando? ¿De verdad vale la pena como socio?
Tendrás tus razones para cada uno, pero yo diría que no vale la pena, en el estricto sentido de la palabra. Porque es una verdadera pena que sigas ahí perdiendo tu tiempo y tu energía. Perdiendo tu vida auto-flagelándote.
Bueno, ahora se pone más dark este pedo. Ahí te va…
🎰¿VALES LA PENA?
Lo repito. Como ser humano SIEMPRE VALES.
Pero imaginemos que trabajas en una empresa dedicada exclusivamente a producir papel de baño (o escribe la cosa más de hueva y poco inspiradora que se te ocurra aquí ____________).
Este es el escenario: Las ventas han ido a la baja. Tu jefe, en la junta mensual, les dice que la gente sigue cagando pero que han perdido participación de mercado drásticamente. Porque ustedes “no venden papel, venden una experiencia.” Y dice que ustedes deben crear una experiencia única para los shareholders. Pppfffffff
Respiras profundo en la junta para no explotar, porque estás hasta la madre de escuchar estas mamadas. Y de pronto, llega un día en que dejas de echarle ganas. Empiezas a llegar tarde, dejas de entregar las métricas, dejas de prospectar y de crear estrategias nuevas. En lugar de crear un plan de marketing estás jugando Call of Duty o viendo recetas de cocina en Tik Tok. Te vuelves igual de valioso que un papel de baño en esa oficina.
Te pregunto: En ese periodo, como empleado, ¿Vales la pena? ¡Por supuesto que no! Le estás costando dinero y recursos a la compañía para que sigan creando experiencias, para que la gente cague en éxtasis. Ahí, no vales la pena, lo siento. Podrías, pero no quieres. Y está bien. Más bien, así está la cosa.
Tienes dos opciones.
Volver a ponerte las pilas y encontrar un propósito en lo que haces para volver a echarle ganas y, por consecuencia, volver a ser valioso como empleado en esa empresa. Nunca dejaste de valer como persona.
Buscar rápidamente otro trabajo donde tus capacidades y fortalezas sean útiles y necesarias o emprender en algo que para ti valga la pena.
Me gustaría cambiar el término valer la pena por valer el esfuerzo. La misma definición de la Real Academia Española lo dice:
La expresión "valer la pena" significa que algo o alguien es valioso, útil o digno de que se haga un esfuerzo por conseguirlo. También puede significar que un esfuerzo está bien empleado.
Si a tu esposa la tratas como si fuera una tonta o como un trapo viejo, no vales la pena como esposo. Si a tu esposo lo tratas como un cajero automático para comprarte otra pinche bolsa igualita, para llenar otros vacíos que tienes, posiblemente en ese momento no estás valiendo el esfuerzo de él.
Si entre los dos se tratan como basura, posiblemente esa relación no vale la pena.
O posiblemente sea todo lo contrario. Si los dos quieren cambiar y nutrir la relación, si están dispuestos a hacer algo diferente, entonces por ¡supuesto que vale el esfuerzo! (no la pena).
🏅ENTITLEMENT
Tambíen en este mundito de crecimiento nos encanta decir que te mereces todo. Que por el solo hecho de existir mereces todo lo bueno y bla bla bla. En mi opinión, no siempre mereces todo. Si te estás tragando 7 paquetes de Oreo diarios y no te mueves del sillón, no mereces un cuerpo saludable y fuerte. Si estás viendo tu celular desde las 8 hasta las 11 pm con la pantalla al brillo máximo después de tomarte 6 carajillos, no mereces dormir bien. ¿Cómo fregados vas a dormir bien así? ¿Cómo se te ocurre quejarte?
Bueno ya, perdón, ya me pasé de neurótico. jajaja
En inglés hay una palabra muy interesante: entitlement. Es algo así como “el derecho a merecer”. A veces somos muy holgazanes y creemos que tenemos el derecho a todo sin hacer ningún esfuerzo.
A veces las cosas sí llegan gratis, a veces la vida es muy generosa con nosotros. Cuando sea así agradécelo, gózalo, compártelo. Pero no siempre sucede así. A veces requieres encender tu fuego interior. Hacer un esfuerzo para llegar a lo que eliges.
📩 PARA CERRAR
Entiendo que te sientas enojado o enojada por leer esto, pero lo que te traigo aquí es un mensaje de esperanza. Siempre vales la pena como persona. Conviértete en esa versión más elevada que vive dentro de ti, en el rol que ELIGES jugar. Si vas a jugar el juego de la familia, asume el precio, pero disfruta de todos los regalos que eso trae.
Si vas a jugar el juego del emprendedor, paga el precio de equivocarte una y otra vez mientras aprendes y creces.
Si te pones pedísimo(a) no se te va a olvidar todo esto, más bien va a empeorar al siguiente día. Los vacíos no se tapan así. Requiere valentía. Y esa valentía vive siempre dentro de ti. Sé que no es fácil. Pero está en tus manos hacerte cargo de tu vida.
Sí vales. Vales una cifra infinita. Y tus relaciones muchas veces sí valen el esfuerzo. Nunca es tarde para quitarte ese filtro caduco con el cual estabas viendo todo. Mira las cosas desde un lugar más elevado. Más allá de tus pensamientos y de tus sentimientos. Deja de ver solo la rama chueca del árbol y elévate a ver todo el valle, con sus montañas, sus ríos y toda su riqueza.
Sí vales la pena, sí vale el esfuerzo. Pero primero chambéale. Cuando tú cambias desde adentro, todo afuera comienza a transformarse. Hasta la gente a tu alrededor. Te lo digo porque lo he comprobado varias veces.
Tú eres quien crea tu realidad. Por eso se dice que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Porque tenemos ese poder creativo para generar cosas desde una idea, y también para transformarlas. Somos energía, y la energía se transforma segundo a segundo. Date cuenta y hazte cargo.
Gracias por leer esto con valentía. Eres lo más valioso que existe.
¡Ahó!
Reconecta Contigo
♾️ Santiago ♾️
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