RECONECTA CONTIGO: 059
🕰️ 5 minutos de Reconexión
🎧 Puedes escuchar el audio mientras manejas, desayunas, te arreglas, cocinas, caminas, etc…🎧
😑 COSAS DESESPERANTES
¿Qué cosas te desesperan o te alteran demasiado?
Dentro de mi filosofía de vida siempre intento sacar el lado bueno de las cosas. En este caso, sacaré lo bueno de los acontecimientos que retan mi paciencia, ya que hoy te compartiré herramientas para que logres gestionarte de una mejor manera ante los imprevistos.
Hace unos días fui retado para no perder el control en diversas ocasiones, en el lapso de unas cuantas horas. Estaba intentando regresar a México desde Madrid. El proceso del aeropuerto fue de casi 3 horas, entre que la maleta tiene sobrepeso y te piden sacar unos kilos para que los lleves contigo y sea exactamente el mismo pinche peso en el avión. Después los controles de seguridad que son una pesadilla, luego las filas y filas hasta llegar a la sala y todo el proceso que ya conoces.
Ya estando en el avión bien instalados nos bajaron, diciendo que el avión tuvo un “impacto” y que tendríamos que esperar 2 a 3 horas en lo que veían qué pedo. A los 10 minutos dijeron que el vuelo se cancelaba. Y nos mandaron como ganado otra vez por todo el aeropuerto en otro proceso de 3 horas y media. Nos mandaron a un hotel y nos fueron dando soluciones para volar un día después y a algunos hasta 4 días después.
La regla era: al que se pusiera más pendejo y altanero le daban su vuelo primero. Yo estaba demasiado cansado para ponerme de prepotente así que me quedé una noche en un Marriott bastante decente al que nos mandaron. Aproveché para darme un sauna y una tina helada.
Me urgía llegar a mi casa a descansar, pero al ser fin de semana no tenía citas de trabajo agendadas, así que decidí relajarme y fluir.
Ya que finalmente logré subirme al vuelo de regreso me tocó lidiar con todos los personajes que no quieres tener en un avión.
A mi izquierda estaba lo que yo llamo un moquiento. Un señor con gripa sorbiendo mocos, tosiendo y estornudando como cerdo. Yo no podía respirar profundo para calmarme porque no quería contagiarme de sus virus y bacterias. Así que me cubría con la chamarra.
Adelante de mí estaba otro imbécil cuyo asiento se hacía para atrás más que los otros, y además se iba echando unos pedos insoportables. A la tercera detonación se me quitó la vergüenza y le dije en tono firme: ¡Señor no mame! Le hablé de usted pero le menté la madre.
Dos asientos a la derecha estaba un puberto con los audífonos tan fuertes que nos estaba dejando sordos a los demás. Luego intentaba poner una película y llegaba el anuncio del capitán a decir cualquier mamada, luego pasaban 2 segundos y salía un anuncio súper pendejo, y así varios detallitos que van encendiendo la mecha de la dinamita.
Eran demasiados estímulos para mantener la cordura. Pero recordé que todo pasa, que nada es permanente. Y en lugar de esperarme a reírme aquí contigo, decidí tomarlo con humor en ese momento. Era tan ridículo que no me quedaba otra que reírme y cultivar la paciencia.
🕊️ PAZ-CIENCIA
Hay un mito que me gusta mucho sobre la etimología de la palabra paciencia. Dicen que viene de paz y de ciencia. No es cierto, viene del latín patientia - acción de soportar o de resistir - pero me hace mucho sentido creer que se trata de la ciencia de la paz.
Esta virtud es una semilla que se siembra, se riega todos los días y se cultiva en diferentes formas. Un proverbio persa nos dice:
“La paciencia es un árbol de raíz amarga, pero de frutos dulces”.
Cuando aprendes a auto-regularte te vuelves mucho más fuerte y flexible. Cuando eres como el bambú, estás bien arraigado a la tierra, y con los vientos fuertes eres flexible. Puedes soportar la tormenta más severa sin romperte. Un bambú es paciente al principio, va creciendo lento. Y de pronto llega un momento en que pueden crecer más de un metro por día.
Cuando sueltas la urgencia y la prisa por cosas que no valen la pena, esta paz - que es una flor del árbol de la paciencia - brota. En el momento en que dejas de buscar resultados inmediatos innecesarios te relajas. Te vuelves ese árbol o ese bambú, fuerte y paciente, sabiendo que todo llega en el tiempo correcto para ti.
Cuando respiras estratégicamente, exhalando lento ante las eventualidades, el tiempo deja de correr tan rápido o tan lento y vuelves a vivir. Aquí y ahora.
🌳 PERO NO ERES UN ÁRBOL
Ahora bien, la paciencia no se trata simplemente de quedarte ahí esperando a que todo se resuelva con magia. Existen muchas ocasiones en que sí puedes hacer algo al respecto. Y sin embargo la paciencia sigue ahí, intacta. La gran diferencia es que la estás combinando con ACCIÓN.
Puede ser que un cliente no te pague y que los prospectos no te contesten, pero en lugar de tirarte derrotado(a) a llorar puedes continuar desarrollando tu estrategia, mejorando tu marketing o conectando con personas clave.
Estás siendo paciente como el jaguar cuando sale de cacería. Se mueve de forma cautelosa y paciente antes de atacar. En lugar de estancarte, actúas con paciencia y perseverancia. Ahí está el secreto. No se trata de cruzar los brazos, eso es resignación.
Por otro lado. La paciencia no aplica cuando alguien no respeta tu espacio, tu privacidad o tu concentración.
Si tu compañero de cubículo en la chamba volvió a sacar su sándwich de huevo con atún y mastica con la boca abierta no tienes que quedarte ahí. Puedes decirle: “Oye Yorch, con todo respeto, no pinches mames y salte a tragar esa madre asquerosa a otro lado. Gracias.”
📩 PARA CERRAR
En tu caja de herramientas, la Paciencia es una que te va a servir muchísimo en situaciones difíciles o que están fuera de tu control.
La Paciencia es el agua dentro del reactor nuclear ☢️, la cual mantiene a la planta generadora en condiciones seguras y estables.
Recuerda que la gente no dejará de ser vulgar, estúpida, cochina, grosera, maleducada o inconsciente. La gran mayoría de las veces no tendrás control sobre ello, pero siempre tienes ese control de ti mismo(a).
Aprende a nutrir ese árbol de paciencia dentro de ti, porque tu vida será más ligera. Las cosas poco importantes dejarán de afectarte tanto cuando recuerdes que todo pasa.
Recuerda la respiración del soldado: inhalas en dos tiempos y exhalas leeeento y laaaargo. Todo pasa.
Paciencia, paz-ciencia, paz-ciencia…
Todo va a estar bien.
¡Ahó!
Reconecta Contigo
♾️ San ♾️
Entrevista en Creesiendo Podcast con Germán Ahumada
Chécate esta conversación que tuve con mi estimado Germán Ahumada. Tuvimos una plática súper padre hablando física cuántica, respiración funcional y majejo de emociones. Chécala aquí.
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Desde que descubrí la respiración funcional consciente integrativa estoy logrando transformar muchas vidas con herramientas sencillas y poderosas.
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