¿QUÉ CREES?
No espero que creas todo lo que te escribiré a continuación, sin embargo espero que te sirva. De modo que mi sugerencia es que tomes todo lo que te funcione y deseches todo lo que no.
Mi intención es que te abras a nuevas posibilidades, que expandas tu mente y que logres soltar esas ideas que te han atrapado por tantos años.
Hoy vengo a contarte el enorme impacto de las creencias en nuestra vida diaria. Este impacto tiene la magnitud que tuvo el Titanic contra el temible iceberg. Ahora te pido que pongas tu atención en esa enorme masa de hielo.
De forma muy simplificada, la teoría psicoanalítica de Freud habla sobre esta metáfora del iceberg para explicar la estructura psíquica humana.
Lo que está sobre la superficie es tu mente consciente. Son los pensamientos que logras observar en tu día a día, todos los que reconoces sin problema alguno.
Como puedes ver, la mayor parte de este iceberg, debajo de la superficie, simboliza tu inconsciente. Aunque no lo percibes a simple vista, es el que define la mayoría de tus pensamientos, sentimientos y acciones.
Por lo tanto, toda la programación que tienes desde que naciste se almacena, en su mayoría, en tu inconsciente. Es por eso que ya puedes lavarte los dientes mientras piensas en el partido del Ámérica, o puedes caminar sin decir “avanza pie derecho, avanza pie izquierdo”.
3 TIPOS DE CREENCIAS
Para bien o para mal, fuimos adquiriendo miles y miles de creencias, las cuales vamos a dividir en tres.
Creencias Neutrales
Creencias Limitantes
Creencias Expansivas
Las Creencias Neutrales son aquellas que no afectan tu toma de decisiones de manera drástica ni influyen gran cosa en tu estado emocional. Veamos un ejemplo de una creencia neutral: El cielo es azul. ¿Realmente es azul?
En la noche se pone negro, o azul marino o en tonos de gris y amarillo por la contaminación lumínica. Y va cambiando de colores desde que amanece hasta que se mete el sol. Además el color se produce por las ondas de luz que percibimos de forma limitada en el espectro de la luz con nuestro ojo humano.
Por lo tanto es una creencia. Pero si crees que el cielo es azul nadie va a venir a matarte o a insultarte. No vas a tener problemas con tu esposa por eso (o chance sí jajajaja).
Ahora vamos con las famosas Creencias Limitantes. Como su nombre lo dice, son aquellas que limitan nuestras capacidades o posibilidades. Va un ejemplo: Nadie me toma en cuenta cuando doy mi opinión. ¿Estás de acuerdo que es una creencia y no una verdad absoluta? ¿Cuántas miles de veces la gente a tu alrededor sí ha estado de acuerdo con tu opinión?
Si sigues con vida es porque no eres invisible, y la gente nota tu presencia, por eso te mueves de manera funcional y creas un efecto en tu entorno. Esta es una creencia que te debilita, te quita tu propio poder. En resumen, es una creencia que no te sirve, por lo tanto es limitante.
Ahora vamos con una Creencia Expansiva. Siempre logro lo que me propongo. A ver, ¿si te propones sacar un par de alas de oro y volar alrededor de Júpiter ocho veces en un minuto (sin fumarte un churro) lo vas a lograr? No, porque tienes limitaciones reales.
No obstante, pensar que siempre logras lo que te propones es una creencia expansiva, porque te ayuda en ciertas situaciones donde necesitas un impulso extra. Cuando las cosas se ponen complicadas es el combustible que puede catapultarte a algo mejor. Es una creencia, no una verdad, pero te sirve, y por eso es expansiva.
DE DÓNDE VIENEN NUESTRAS CREENCIAS
Todas tus creencias vienen de dos fuentes posibles: de tu experiencia de vida o de lo que aprendiste de los demás. También muchas son heredadas. Si tu mamá te dijo que, si no eres talla cero estás gorda, y que así nadie te va a querer, podrías haber generado una creencia no solo limitante, sino incluso peligrosa.
Si reprobabas la mayoría de las materias porque no lograbas poner atención o porque tu mente funciona diferente al pensamiento anticuado de la revolución industrial con el que nos educaron, es posible que tus maestros y compañeros te llamaran tonto, o burro.
Y esa creencia traída a valor presente puede generar muchas dificultades en tu autoestima.
Detente unos momentos y piensa de dónde vienen las creencias limitantes que comienzas a detectar. De tu familia, de la televisión, de Instagram, de las noticias, de tus profesores, de tus amigos y amigas, de tus compañeros de chamba, jefes y ex-jefes…
Cada quién forma su colección de creencias y a veces las defendemos a capa y espada. Como cuando los países se pelean en guerras para demostrarle al otro que su dios es el de verdad. Así de primitivos somos todavía.
Podemos llegar a ser tan salvajes que nos matamos los unos a los otros por creencias. Es absurdo, pero ha sucedido desde que aparecimos en este planeta.
CLASIFICACIÓN DE CREENCIAS LIMITANTES
Todos tenemos creencias limitantes, algunas muy fáciles de cambiar y otras muy profundas, que requieren varias pasadas para transformarse. Las creencias más profundas son como lo último que queda de Nutella en el bote, donde le rascas con la cuchara con todo tu empeño y aun ahí sigue pegada.
Aquí te va una pequeña lista de creencias limitantes comunes:
De Capacidad
Soy súper malo para los nombres y las caras.
Yo nunca podría generar esa cantidad de dinero.
No puedo dormirme temprano.
De Posibilidad
México nunca va a ganar el Mundial.
Es imposible correr 100 metros planos en menos de 10 segundos. (era un paradigma que se rompió, y a partir de ahí se siguieron rompiendo récords).
No te puedes curar sin usar medicinas. (esta es controversial pero muy interesante).
De Merecimiento
No tengo maestría, entonces nunca me van a dar un buen puesto en una empresa.
Ella/él nunca se fijaría en alguien como yo.
Nadie pagaría $XX por estos helados artesanales naturales que estoy ofreciendo.
¿Y CÓMO FREGADOS LAS CAMBIO?
Tengo todo un curso para esto, pero te voy a dar un framework muy sencillo que te va a ayudar a irlas transformando. Recuerda que en este caso no estás en búsqueda de la verdad, lo que pretendemos es transformar las creencias limitantes en creencias expansivas, o que al menos te abran nuevos caminos para explorar.
Paso 1: Identifica y reconoce una creencia que tengas. Sabrás si es limitante con una simple pregunta. ¿Me sirve o no me sirve? Si no te sirve, es limitante.
Paso 2: Cuestiónala y analízala. Atrévete a cuestionar lo que llevas creyendo por años. Es posible que sientas culpa o alguna resistencia. Está bien, sigue adelante y reta esa creencia.
Paso 3: Encuentra una nueva creencia expansiva que la sustituya. Después de tu análisis encuentra algo que en lugar de cerrarte puertas, abra nuevas posibilidades.
Así se vería esto en acción con la creencia: el matrimonio es una tortura.
Paso 1: ¿Me sirve creer esta barbaridad? Chance solo para hacerme el chistoso con mis amigos, pero a mí no me sirve de nada. Me limita a una vida de agonía. Por lo cual la reconozco primero como una creencia y no como una verdad, y en segundo lugar como limitante.
Paso 2: Es cierto que muchos matrimonios son infelices por diversas causas, tales como mala comunicación, diferencia de valores, faltas de respeto, miedos e inseguridades. Y también es cierto que hay parejas felices, que aunque trabajan duro en ello, son capaces de vivir en armonía y co-crear un proyecto de vida juntos.
Paso 3: Hoy elijo creer que el matrimonio es una aventura maravillosa, donde no hay un destino, sino un camino por recorrer en pareja. Es una creencia, pero podría servirme.
Ahora te invito a hacer una lista de creencias en tu cuaderno y ver cómo puedes transformarlas, y con ello transformar tu vida. Puedes dividirlas por temas, tales como riqueza, salud, relaciones y mentalidad.
PARA CERRAR
Aquí te va una nueva creencia expansiva. No creas todo lo que piensas. Recuerda la parte debajo del iceberg. Tus creencias pueden estar paralizándote.
Mi invitación de hoy es que te atrevas a cuestionarte mucho más las cosas. En una mente cerrada se pudren las ideas, como el agua estancada. Las creencias están ahí para cuestionarse. Incluso a las que consideras expansivas o neutrales puedes darles una revisada. Siempre para tu más alto bien y de los que te rodean.
Espero que todas las creencias que imprimo en este texto te ayuden a ampliar tu panorama de forma positiva.
Recuerda que lo que crees es lo que creas. Mientras más expansivas sean tus creencias, más cosas increíbles lograrás plasmar en tu vida.
Te deseo una mente en constante expansión.
¡Ahó!
Reconecta Contigo.
— San
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