“La música es un beso enamorado a la orilla del mar
El llanto emocionado del que vuelve al hogar
Un claro de luz en la oscuridad"
— José Luis Perales —
La Cigüeña
Si logro describirte con estas palabras el impacto que la música ha tenido en mi vida, y el que podría tener en la tuya, podremos celebrar juntos.
Imagínate la intro de la película de El Rey León sin el famoso canto de “Laaaaaaaaaaaaaaaa cigüeeeeñaaaaaa, babatee shibabaa, shipuuummg, güeña omm yee”. En México decidimos que lo que canta ese señor es “la cigüeña”. ¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que decían? Yo nunca… hasta hoy, y ahí te va: “Nants ingonyama bagithi Baba Sithi uhm ingonyama.”, y esta es la traducción: Here comes a lion, father, Oh yes it’s a lion.
¿Cómo sería si en lugar de esta icónica canción hubieran puesto una de esas mamadas de Peso Pluma? Mientras los elefantes, los rinocerontes y las jirafas van en peregrinación a conocer la buena nueva. ¿Sentirías lo mismo?
De igual manera, las películas de miedo darían muuuucho menos miedo sin esa música diseñada para las mismas. Por eso, si te tapas los oídos antes del golpe de teclas graves en el piano, el susto será mucho más leve, y no vas a tirar la mitad de tus palomitas en el cine.
Aunque mayormente asociamos a la música con el entretenimiento, olvidamos el poder sanador que tiene y la magia que esconde. Recordemos que todo lo que existe tiene frecuencia y vibración. Se dice que en el inicio de los tiempos primero se hizo el sonido, después la luz y luego la forma.
La Música Es…
La misma etimología de la palabra me parece una belleza, ya que evoca a las nueve musas griegas. Música viene del griego μουσική (mousike) y significa "el arte la musa". Tres de estas musas están relacionadas con la música: Polimnia (cantos sagrados e himnos), Terpsícore (danza) y Euterpe (música). Si no quieres traumar a tus futuras hijas, te recomendaría no ponerles esos nombres.
Es fascinante la evidencia científica que indica que la música evolucionó antes que el lenguaje oral y escrito. Porque la música es un lenguaje Universal. Y hablando del Universo y de etimologías, me gusta creer que que viene de Uni-verso; y que todo lo que existe es un solo verso, donde somos parte de un Todo.
En realidad proviene del latín universus, compuesta de unus (uno) y versus (convertido), lo cual nos lleva a una conclusión muy parecida.
La música tiene un inmenso poder, ya que no solamente es capaz de expresar sentimientos - incluso cuando no tiene letra - sino que además puede provocar que sientas esas emociones en tiempo real. Es un lenguaje universal que genera un impacto profundo en ti y en quienes te rodean.
La Ciencia lo Comprueba
Los sanadores y sabios de la antigüedad siempre lo han sabido, y hoy la neurociencia demuestra que las frecuencias binaurales tienen el poder de calmar la mente, de ayudarnos a dormir mejor o a estar más enfocados. Estas frecuencias son sonidos diseñados en frecuencias de onda específicas para estos propósitos.
Imagínate lo poderoso que es el sonido que, por ejemplo, una cantante de ópera puede romper una copa de vidrio al igualar la frecuencia vibratoria de la misma. Estamos formados por átomos que están vibrando constantemente, y la música tiene un impacto directo en estas estructuras.
No solamente percibimos la música con los oídos. Nuestro sistema nervioso, neuronas y hasta nuestras hormonas responden a este lenguaje matemático experiencial llamado música. Cómo dice Andrew Huberman, “es una sinfonía de armonía y emoción dentro de tu cuerpo y cerebro.” Y diversos estudios indican que la música puede ser uno de los mejores motivadores para que tomemos acción.
Además de ser un estímulo auditivo, activa diversos circuitos neuronales en nuestro cerebro, que crean la inercia para que movamos el cuerpo. Esto no solamente se refiere al baile, sino que está demostrado que nos motiva con el ejercicio y otras actividades.
César Ortiz, mi gran amigo, me enseñó una técnica muy práctica: cuando terminan los viajes toca empacar la maleta para regresar. Para hacer el proceso menos triste y doloroso inventó la “canción de empacar”, así que puedes bailar y reírte mientras echas todo echo bolas a la maleta.
La Música une a la gente
Al ser un lenguaje, la música tiene el inmenso poder de unir a la gente. ¿Te has dado cuenta de lo que se siente en el cuerpo al estar en un concierto con miles y miles de personas entonando una misma canción?
Ojo, no me refiero al imbécil de Bad Bunny ladrando lo siguiente:
“Me la' vo'a llevar a to'a
Pa' un VIP, un VIP, ey
Saluden a Tití
Vamo' a tirarno' un selfie
Say "Cheese", ey
Que sonrían las que ya les metí ……(WTF)
En un VIP, un VIP, ey”
No, no, no, no, no, no, no, no, eso no. Me refiero por ejemplo a Paul McCartney y a miles de personas entonando Let it be al unísono… O a Gustavo Cerati diciendo: “Tengo una buena canción para cantar, a ver… esha durmió”… Y esas miles de personas (muchas de las cuales aparentemente no saben cantar) se entonan en una sola voz y se crea una preciosa armonía: “Y aquel amooor, de música ligeraaa, nada más libra, nada más quedaaa” - aunque se salen de ritmo, pero ese es otro tema.
El hecho de que miles de personas cantando juntas suene bien es un fenómeno interesante al cual un amigo y yo le pusimos el nombre de armonía colectiva.
No importa si es un concierto de Metallica, donde podrías pensar que todos te quieren matar o al menos empujarte. Al ir a un concierto te darás cuenta de que todos se vuelven hermanos y hermanas de nuevo. Ahí se olvidan por un momento las ideologías que nos separan.
Aunque fueras con una Lacoste color baby blue y un sweater amarillo pollo amarrado en el cuello - si la banda siente que entonas las canciones con el corazón y con el alma - hasta te van a abrazar o regalar una chela doble (y caliente) mientras suena el inigualable solo de Master of Puppets.
Para Cerrar
La música puede ayudarnos a reconectar con ese lado emocional tan importante y tan reprimido la mayoría de las veces. Hace unos días participé en un temazcal muy profundo. Además de los cantos antiguos mexicanos y nativos americanos, que son una maravilla, tuvimos una gran sorpresa.
Uno de los integrantes era alemán, y decidió compartirnos con su voz el Himno a la Alegría - que como recordarás pertenece a la Novena Sinfonía de Beethoven. A pesar de que lo cantó en alemán y no entendíamos la letra en el momento, conocíamos muy bien el significado y la vibración de esa melodía.
Al final la cantamos todos juntos en español, llenos de emoción. Un profundo llanto (de esos bonitos) nos invadió, y nuestro corazón se abrió completamente por unos momentos.
Hubo una tarde donde otro buen amigo y yo nos sentamos con un whisly a esuchar música, analizando cada instrumento, cada progresión y cada silencio. Me dijo que nunca se había detenido a escuchar verdaderamente la música como una actividad principal.
A veces la tenemos solo de fondo y olvidamos profundizar en ella. Mi invitación para ti es que empredas un viaje musical consciente, para que descubras todo lo que la música puede generar en ti, porque también es una medicina; una muy poderosa.
Reconecta contigo.
— San Saldívar—