MITO: “Haz lo que amas y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida”.
Este consejo de Confucio suena muy padre y muy romántico, pero puede generarte varios problemas internos si lo malinterpretas. Peor aun si te dedicas, por ejemplo, a solucionar quejas de clientes enojados o a llevar la línea de producción de destapacaños en una fábrica.
“Haz lo que amas” es una trampa que puede generar mucha frustración y enojo.
— ¿Por qué no puedo estar como Travis Kelce ganando el Super Bowl y celebrando con Taylor Swift?
Primero porque seguramente no juegas futbol americano actualmente, y segundo porque no has dedicado el tiempo y el enorme esfuerzo de entrenar TODOS LOS DÍAS.
Además te olvidas de todos los problemas que hay detrás en la vida diaria de estas personas. O de todos los obstáculos que tuvieron que vencer para llegar ahí.
Imagínate que te preguntan que cuál es tu pasión. Y respondes por ejemplo que te encanta ir al cine, viajar, ver Netflix, comer, ir a conciertos, preparar carajillos y echar hueva… No pues ya valiste.
Porque no es tan simple. Se dice que el porcentaje de la gente que hace lo que ama es menor al 15% de la población. Si observas a tu alrededor podrás comprobarlo.
¿Y ENTONCES QUÉ HAGO?
Aquí viene un gran secreto. Acércate un poquito. Un poco más. Ahí te va: Aprende a amar lo que haces.
— ¡¿Qué?! ¿Cómo voy a amar levantarme a las 6 am para meterme en el tráfico una hora para llegar a un lugar de flojera, sentarme en un escritorio y preparar reportes de 25 hojas que nadie lee y armar modelos financieros complicadísimos?… La verdad es que lo odio, pero me pagan muy bien.
Aquí van algunos puntos a considerar, porque no hay una respuesta exacta para todos los casos. Si te piden preparar reportes es porque alguien los va a leer, y sino, claramente todos, incluyendote a ti, están perdiendo tiempo, recursos y energía.
Por otro lado, los modelos financieros tienen un propósito importante. Ayudan a los líderes a decidir dónde se van a invertir miles o millones de pesos, por lo cual tu trabajo es sumamente importante, y si no lo haces tú, vendrá alguien más a hacerlo.
Es uno de mis trabajos anteriores, cuando estaba en el área financiera de M&A, tuve que aprender a hacer modelos de valuación medio complejos, usando discounted cash flow, múltiplos, comparables, valor futuro, valor presente neto, WACC y esas mamadas.
Cuando me pidieron calcular la WACC me puse pálido. Con errores, regaños y mentadas de madre aprendí a calcularla.
Y llegó a ser algo tan fácil que ya podía calcularla en unos minutos. Aprendí a hacer modelos financieros complejos, los cuales nunca me hubiera imaginado capaz de crear.
Incluso llegué a disfrutar el reto de adentrarme en esa matrix de tablas, fórmulas y escenarios posibles. Mi trabajo tenía sentido. Logré manejar Excel sin usar el mouse (algunos me entenderán jaja). Amaba una parte de lo que hacía.
¿QUÉ VAS A SER DE GRANDE?
Cuando era niño me preguntaban qué quería ser de grande, y no tenía ni idea, por lo cual inventé dos cosas. Primero decía que quería ser astronauta (típico), porque lo escuché de un niño que estaba formado en la fila del recreo al lado de mí en el kinder.
Sonaba muy aventurero y original y por eso yo también lo decía. Después decía que quería ser pintor, porque me gustaba mucho dibujar y porque mi abuelo fue un gran pintor.
Pero por supuesto que no tenía la menor idea, porque ni siquiera sabía que hacían los grandes, o la enorme variedad de opciones que había (o que todavía ni existían).
En prepa descubrí que se me daba la música. Me di cuenta en el rancho de Ari mi amiga que cantaba muy bien. Y Pedro, otro amigo me enseñó a tocar guitarra en los recreos.
Cumplí así un sueño casi de manera instantánea. Tuve un grupo de rock donde canté en escenarios de hasta tres mil personas.
Abrimos el concierto de Moderato y de Belanova. Tocamos en el Hard Rock Live, en el Bulldog Café, en bares y en escenarios increíbles. Aprendí a componer canciones junto con mi banda y estas fluían como un río.
Las mujeres nos daban nalgadas y nos jalaban del escenario para darnos besos. El rock me liberó en un momento difícil de mi vida. Era mi manera de expresarme y de ser libre. Tenía el pelo largo y un arete negro de pico en la ceja, jajaja.
Por un momento creí que esa era mi vocación, que eso era lo que amaba y que a eso debería dedicarme. Sin embargo, eso involucraba un gran riesgo: vivir de la música y posiblemente acabar odiándola.
Por lo cual decidí seguir haciendo música por placer y no por negocio. Tuve amigos y amigas muy valientes que sí siguieron ese camino, y los admiro mucho por su constancia.
Así que, aunque en mi examen de orientación vocacional decía que debería de ser músico, decidí estudiar ingeniería industrial, por algo muy interesante. Resultaba que, aunque la física y la química me mataban de la hueva, era bueno para eso.
El problema fueron los profesores que tuve en esas materias. Hasta el día de hoy reafirmo que fue una gran decisión estudiar esa carrera.
Pues aunque estuve en el mundo corporativo 15 años en trabajos muy lejanos a “mi pasión”, en mis tiempos libres viajé por todo el mundo, canté, compuse canciones, aprendí a pintar y me enamoré varias veces.
LOS PROS Y CONTRAS DE EMPRENDER
Hoy en día hago algo completamente diferente. Me dedico a la industria de wellness, lo cual podemos traducir como bienestar integral (mente, cuerpo, emociones, relaciones sociales, etc.) ¿Porque es mi pasión? Sí y no.
Siempre he tenido una enorme curiosidad por aprender y por entender cómo funcionan las cosas. Y fue hace nueve años que descubrí un mundo completamente nuevo para mí, algo que no estaba en mi radar: el mundo del autoconocimiento y del crecimiento personal.
Esto se volvió mi nueva pasión. Llevo casi diez años trabajando en mí, TODOS LOS DÍAS. Y no porque deba hacerlo o porque tenga que hacerlo, sino porque ELIJO hacerlo, momento a momento. Esto ha causado tal impacto en mi mundo interior (y por ende en el exteriores) que por eso decidí emprender en ello, para compartirlo a todos los que quieran mejorar su vida.
Por eso nació Ayama. Ayama significa expansión, y eso es lo que comparto; doy herramientas para que puedas expandir tu mente. Para que encuentres más posibilidades y caminos, que transformes tus creencias limitantes en expansivas, que aprendas a auto-regularte y sobre todo, que abras el corazón.
Aprendí a amar lo que hago, y por eso sigo en este camino, que no ha sido nada fácil. Emprender es una aventura muy, muy, muuuuuuuy complicada… pero vale la pena.
Y ojo, no amo todo lo que hago. Amo ayudar a la gente a respirar mejor, a mejorar sus relaciones interpersonales, a perdonarse, a conocerse, a valorarse, a sentir paz y alegría, eso me llena el corazón.
Pero me caga estar grabando videos, prospectando clientes, siendo rechazado cientos de veces por mentes cerradas que no entienden este rollo y siendo criticado y juzgado a mis espaldas por personas que consideraba mis amigos. (sí me doy cuenta culeros(as) jaja).
Sin embargo sigo adelante, porque es mi elección, porque es una fortaleza que tengo. Porque estoy contribuyendo con semillas para un mundo más consciente, donde aprendamos a ayudarnos entre todos y dejemos de ser tan narcisistas y egoístas.
Sigo adelante porque me llena el corazón ver los cambios en la gente, las vidas que impacto y las ondas expansivas que estamos creando los que conformamos esta industria del bienestar integral, cada quién con su magia particular.
De modo que no hago lo que amo necesariamente, sino que amo lo que hago, aunque hay días en que todo sale mal, o en que quiero tirar la toalla y regresar a participar en licitaciones absurdas para plantas de ciclo combinado y que me paguen lo mismo cada mes.
He querido darme por vencido muchas veces, porque el camino del emprendimiento suele ser muy solitario y tormentoso. Son muy pocas las personas que te apoyan. Por eso, cada vez que me llega un mensaje de ustedes, donde algo en su vida mejoró o se transformó, recibo un combustible muy poderoso para seguir adelante.
Por supuesto que hay varios días en que verdaderamente hago lo que amo, en donde en serio, no siento que estoy trabajando, porque realmente lo disfruto.
Porque he sido mi propio laboratorio, y todo lo que me ha servido lo comparto. Porque mi salud física, mental y emocional ha sido mi prioridad, y he tenido grandes resultados.
Porque estoy en paz, estoy agradecido y me siento bendecido por todo lo que me rodea. Y para mí, eso es el éxito.
PARA CERRAR
Te cuento mi experiencia porque posiblemente te identifiques con algunas cosas. No importa si tu trabajo es tu pasión o si es la cosa más aburrida del mundo. Lo que importa es que aprendas a amar lo que haces.
Si te parece imposible entonces haz algo diferente: algo que te salga bien o que disfrutes en parte. Aprende, equivócate y practica TODOS LOS DÍAS.
Los siguientes puntos te ayudarán a vivir una vida con propósito en lugar de perseguir el deber ser:
Cuenta una mejor historia sobre ti, una que te sirva: Haz un recuento de tu pasado, para que apliques las lecciones al presente y las proyectes mejor hacia el futuro.
Cultiva mejores relaciones: contigo, con los demás y con el mundo.
Ponle intención a todo lo que haces: descubre tus talentos, las cosas que te apasionan y el impacto que eres capaz de crear.
Y sobre todo, encuentra un propósito que vaya más allá de ti. Si dejas de buscar que la gente te admire o te valide estarás dando un gran paso. Porque a la gente no le importa tanto tu éxito o tu fracaso, están muy preocupados en sus propios rollos o lo que van a pensar sobre ellos.
Te deseo una vida con propósito en donde ames lo que haces, y sobre todo que recuerdes cómo amarte a ti.
¡Ahó!
Reconecta contigo.
— San
QUERIDOS LÍDERES DE EMPRESAS Y EQUIPOS DE TRABAJO:
TUS COLABORADORES NECESITAN ENFOQUE, MOTIVACIÓN Y ENERGÍA, Y SI NO CAMBIAN LAS COSAS VAN A TRONAR TARDE O TEMPRANO
Si eres líder en tu empresa o equipo y te gustaría enseñar este tipo de herramientas de bienestar y crecimiento personal a tus colaboradores escríbeme a san@ayama.live o a nuestro WhatsApp para agendar una breve llamada de descubrimiento.
También puedes visitar nuestra página de AYAMA para explorar los programas y servicios de consultoría de wellness que ofrecemos, ya que hemos creado una metodología poderosa para generar cambios significativos que se reflejan directamente en tus KPI’s.
METODOLOGÍA WELLNESS ENGINEERING DE AYAMA
Este método incluye 4 Áreas Fundamentales para generar mejoras instantáneas en las dinámicas de trabajo.
Tanto tus jefes como tus colaboradores te lo van a agradecer. Escríbenos por Whatsapp para resolver cualquier duda que tengas.
Ahó gracias 🙏🏼
Abrazo mi San. Que la música nunca muera.