RECONECTA CONTIGO: 084
🕰️ 5 minutos de Reconexión
🎧 Puedes escuchar el audio mientras manejas, desayunas, te arreglas, cocinas, entrenas, caminas, etc…
EL TRÁMITE 📑
El viernes pasado tuve un día muy interesante. Súper diferente a como lo hubiera imaginado en mis años de trabajo corporativo.
En lugar de ir a mi junta de los lunes y checar la enorme lista de correos tuve la fortuna de tomarme un café, hacer ejercicio de fuerza y lanzarme a un spa espectacular a cerrar una alianza estratégica. Me ofrecieron un masaje de drenaje linfático y probar la terapia de contrastes con sauna infrarrojo y tina helada. Esto es algo que ni en sueños se me hubiera ocurrido cuando estaba valiendo madres en un cubículo preparando licitaciones interminables.
Como sabía que me tocaba trabajar todo este fin de semana, tuve que usar el resto de ese viernes para resolver un trámite burocrático de hueva.
Fui a la primera oficina de gobierno y nadie sabía nada. La señorita que más o menos sabía me mandó hasta el centro de la CDMX. Inhalé… exhalé lento (varias veces) y me lancé al centro.
En la segunda oficina me dijeron que el equipo encargado del trámite solo trabaja los jueves (se me fueron por un día).
Así que me mandaron a oootro edificio en el Zócalo.
Este edificio resultó ser el Palacio del Ayuntamiento, resguardado por vallas y elementos de seguridad. Yo iba de t-shirt vestido como turista gringo, con mis lentes de sol colgando del cuello.
Me preguntaron a qué iba. Les respondí: “vengo con la Licenciada”. Porque no sabían el nombre de la responsable del trámite y esa era la información que tenía yo jajaja. Lo dije con una sonrisa genuina y con voz firme. Sintiendo mis pies sobre la tierra. Así que esto sirvió y me dejaron pasar.
Pasé varios filtros de seguridad con la misma estrategia, y solamente me imaginaba signos de interrogación saliendo de sus cabezas cada vez.
¿“Viene con la Licenciada García?” (Por inventar un nombre) “Sí, sí, con ella”. Me escoltaron como si fuera embajador de Portugal.
El palacio por adentro es increíble, es una mezcla de barroco con neoclásico porfiriano con barandales dorados y columnas corintias, con arcos de medio punto, mármol y cantera.
La Licenciada me recibió súper amable, un poco intrigada de por qué llegué hasta ahí para un pinche trámite. Y es porque llevaba 2 semanas tratando de resolverlo por teléfono, mensajes, robots, correos, y 235 minutos de cancioncitas entrecortadas en el teléfono mientras esperas antes de que te cuelguen.
La Licenciada me llevó a una oficina con Víctor (por ponerle otro nombre), que era la mente maestra detrás del mega desmadre de la página que no funciona. Sentí que había encontrado al Mago de Oz detrás de la cortina.
Finalmente logré recuperar mi contraseña para el trámite y casi me despido de abrazo.
Decidí aprovechar el viaje para ir a mi Disneylandia, la calle Bolívar, por la que pasé en el camino de ida.
Ahí están todas las tiendas de música, con chingos de instrumentos, gadgets, tecnología y cosas padres.
Estuve probando guitarras y preguntando sobre loopers, interfaces y cosas de esas raras.
Finalmente encontré la loop station que buscaba para entender cómo funciona: la Boss RC-505 (es una madre donde grabas tu guitarra con varios loops. Le puedes agregar voz, piano, percusión y crear canciones increíbles) y el señor fue súper amable. Me quité la pena y le pregunté si podíamos probar cómo funcionaba.
Nos quedamos casi una hora loopeando, como dos niños jugando Mario Kart, cagados de risa. Al irme le di las gracias, sabiendo que se divirtió igual que yo, agregando capas de sonido al estilo de la gran Tash Sultana. (si te gusta la música no te pierdas el video).
Ya que me di la tarde libre, sabiendo que el fin de semana toca chambear, me fui por unos tacos, de los buenos, en una cantina antigua. Decidí entrar debido a la gran sonrisa y la bienvenida del taquero que atendía el trompo de pastor.
Comí delicioso en un ambiente muy surrealista. La barra era antigua pero el DJ era un señor grandote, bigotón, con sombrero y vestido como vaquero. Ponía Led Zeppelin, seguido de José José, luego The Doors y después Moenia… nada que ver, y en la tele estaban unas pruebas de patineta de Red Bull.
La mesera, que era la más amable de México, me contaba que lo único que había de postre eran duraznos en almíbar, los cuales yo no comía desde 1997, así que diciendo sí a todo, resultó ser una gran tarde. Solo seguí el caminito de lo que se me iba presentando, sin quejarme y sin poner excusas.
¿A QUÉ VOY CON TODA ESTA HISTORIA?
A lo que voy es que, no importa si lo que tienes que hacer parece aburrido o agotador (como los pinches trámites burocráticos). Tú siempre tienes el poder de reinterpretar cada cosa que haces. Puedes darle un sentido diferente y convertirlo en algo divertido y hasta fantástico. Puedes aprender grandes lecciones.
Puedes convertir una pesadilla burocrática en una aventura. Puedes transformar una reunión de chamba en una máquina de ideas creativas y una ida a sacar la basura en una exploración de la luna y las estrellas.
Por cierto, estoy viendo un cielo claro lleno de estrellas y una luna creciente preciosa… aire puro.
Bueno, lo pinche ahí seguirá si ahí pones tu atención, lo mismo pasa con lo bueno, lo bello y lo verdadero. A lo que le pones atención agarra más brillo y te atrae, o lo atraes. Como prefieras verlo.
PARA CERRAR 📩
Te escribo desde el magnífico Hostal de la Luz, donde estoy preparando el retiro de Blackout (luego te cuento de qué se trató). Estoy viendo el aura de la montaña de Amatlán en el anochecer y escuchando a los grillos cantar, el agua fluir y los pájaros regresar a sus nidos.
Parecería que te estoy presumiendo mi vida, como si fuera la forma correcta de vivir, pero no es la intención, para nada.
Para vivir esta vida renuncié a otras cosas, como un sueldo asegurado cada quincena, el bendito aguinaldo y los bonos. Esto lo cambié por la Libertad del emprendimiento. Esta libertad tiene muchas dificultades y momentos constantes de incertidumbre, pero vale la pena, siempre y cuando recuerdes que la chamba sigue, solo que en diferentes formas e intensidades.
La intención es mostrarte posibilidades de convertir la rutina y lo agobiante en algo interesante y profundo. Recordarte que no solo eres alquimista de tus pensamientos y emociones, sino también de tus acciones.
Quiero recordarte que, no importa a qué te dediques, sino la intención que pones en cada cosa que haces y el significado que le das.
¿Qué significados vas a cambiar a partir de hoy?
¡Ahó!
Reconecta Contigo
♾️ Santiago ♾️
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