BLACK MIRROR 📱
Es algo irresistible. Ver la pantalla negra de tu iPhone, reposando frente de ti, cargado de misterios y novedades infinitas. Con el simple movimiento de tu mano tienes a tu alcance la respuesta a la pregunta que ronda en tu mente…
¿En qué películas actúa Anya Taylor-Joy?... ¿En qué estado físico de la materia se encuentra el fuego? (ya que no es sólido, ni líquido, ni gas)... ¿Por qué la ciudad está cubierta de humo?... ¿Cuándo es la final de la Champions?... ¿Qué hago para vencer el insomnio?...
Al desbloquear la pantalla, antes de hacer tu pregunta al genio de la lámpara te topas con el ícono colorido y familiar de Instagram.
Sin pensarlo entras y ves un photoshoot de Camila Morrone espectacular, y te enamoras de una fantasía, luego aparecen unas auroras boreales en Tepito, sigues bajando y sale tu mejor amiga de shopping en Rodeo Drive, luego te salen unos consejos sobre cómo respirar de un tal San Ayama.
Sigues bajando y sale un gatito que hace un sonido muy cagado y un dude hace una canción súper original con eso.
Calculabas que ibas a estar unos 3 minutos, pero ya llevas 39, porque te atrapó el remolino.
Si estás en calma respiras y sueltas el celular. Si sientes ansiedad te vas a TikTok y ahora sí desapareces en el remolino. O peor aun: vuelves a abrir inmediatamente Instagram para darte cuenta de que lo habías cerrado hace medio segundo.
Luego te acuerdas que te faltaba comprar una mini aspiradora para tener tu coche limpio todo el tiempo. Ahora ya pasaron 2 horas y no te has puesto a trabajar, pero tu mente ya está agotada sin siquiera haber empezado.
No es tu culpa. Estamos metidos en un laberinto diseñado para quedarnos ahí: DOPADOS.
¿Te acuerdas de este güey? En español le llamaron Tontín a uno de los siete enanos de Blancanieves. En inglés se llama Dopey, cuya traducción es “atontado”.
Es como si nos estuviéramos viendo reflejados cada vez que nos perdemos por horas en ese espejo negro, ese black mirror del celular, el iPad o la tele.
HIPNOTIZADOS 🧟♂️
Aquí viene la definición de dopar:. Administrar fármacos o sustancias estimulantes para potenciar artificialmente el rendimiento del organismo, a veces con peligro para la salud.
Pero nadie nos dijo que ver el celular de manera desquiciada es una forma de doparnos.
No lo hacemos por estúpidos, lo hacemos por la manera en que estamos diseñados.
Este algoritmo malévolo te conoce perfectamente. Sabe qué noticias te llenan de cólera, sabe qué personas te encantan, sabe qué lugares te asombran, con qué marcas te identificas, qué cosas te interesa comprar, qué problemas te gustaría resolver. Te conoce mejor que tú en varios aspectos.
Es por eso que entras en un trance, en un verdadero estado de hipnosis. Por eso te olvidas del tiempo y del espacio alrededor de ti mientras te pierdes en ese mar infinito de información. Muchas veces es información muy interesante o útil para tu vida diaria, y por eso te atrapa.
SCREENTIME 🕰️
Si sumas el tiempo en pantalla o screentime que se calcula en tu celular todos los días, los números no mienten.
En un escenario conservador, si pasas 4 horas al día en el celular, entonces hagamos el cálculo.
4 horas x 7 días son 28 horas a la semana.
28 horas x 52 semanas del año son: 1,456 horas al año, es decir, 60 días completos del año.
Supongamos que tienes 35 años y que vas a vivir hasta los 90, por decir algo.
Te quedarían 55 años de vida, de los cuales 3,300 días enteros estarías encerrado en la prisión de tu celular, lo cual significan 9 años enteros de tu vida.
Se dice que los jóvenes en Estados Unidos pasan hasta 10 o 12 horas al día viendo pantallas. Así que, si tienen por ejemplo 18 años y viven hasta los 90, entonces van a perder… ¡¡¡35 pinches años!!!
Aunque bueno, con todo lo que viene seguro no estaremos viendo pantallas, chance tendremos chips en el cerebro para proyectar realidad aumentada frente a nosotros, o usaremos los gogles esos horribles para caminar como zombies idiotizados por la ciudad.
Si ves algún error en mis cálculos déjamelo saber. Aunque da igual, estamos hablando de años enteros viendo pantallas. Con que fuera uno ya sería traumante.
En fin. Ese es el terrible futuro que nos espera a menos que tomemos acción HOY, HOY HOY, como decía el pinche Fox, jajaja.
Por ejemplo, mira este post de Mel Robbins que habla sobre este tema precisamente:
Aquí la traducción:
En promedio, pasarás 20 años de tu vida simplemente navegando por tu teléfono.
Imagina que es el final de tu vida y alguien te dice: "¿Te gustarían unos 20 años más?".
Y tu respuesta es: "No, preferiría haber pasado 20 años navegando en mi teléfono.
CÓMO TOMAR ACCIÓN DESDE HOY
La respuesta es: Reconectando contigo, es decir, conociéndote mejor. Conócete mejor de lo que el algoritmo te conoce.
Si sabes que al agarrar tu celular vas a entrar a Twitter a ver cómo el país se cae en pedazos hasta que te canses, entonces procura dejarlo siempre en un lugar lejos de tu alcance.
Hoy comienzo un experimento. Voy a meter mi celular en un cajón con llave por dos horas durante la noche.
El simple hecho de ir a abrir el cajón me dará tanta hueva que será más fácil ocupar mi tiempo en actividades que me calmen de verdad, como leer algo padre, hablar con algún amigo por teléfono, escuchar música, hacer ejercicio, meditar, tocar el piano o escribir. En este caso elegí escribir con música instrumental de fondo.
Las coincidencias no existen, exactamente en este segundo se activó mi alarma para guardar el celular por primera vez. Vamos a ver qué tal…
Listo, ya regresé. Mi reacción inicial fue una carcajada. Me siento en paz. Acaba de empezar mi tiempo sagrado. Dos horas sin scrolleo inconsciente ni checando mensajes ni mails, ni nada.
Regreso nuevamente a editar este texto. El experimento nocturno está siendo un éxito. Me puse a leer un libro en un estado de flow súper rico. Pasaron casi tres horas sin que necesitara ver mi celular o la tele. Me llegaron algunos buenos insights. Así que seguiré haciendo este ejercicio de ahora en adelante.
Hablaré en otro post sobre la dopamina, porque es un tema muy extenso.
La dopamina es un neurotransmisor, pero en términos muy simples, podemos experimentarla como esa emoción que sientes cuando acabas de pedir algo en Amazon y tu paquete va a llegar en unos días.
Yo acabo de pedir un purificador de aire porque ya no puedo más con la contaminación. Estoy muy emocionado por haberlo pedido. Pero tú como yo sabrás lo que pasa con los paquetes de Amazon.
Disfrutas más la expectativa de lo que viene. Ya que llega el paquete sientes la recompensa. Abres la caja y disfrutas eso que compraste. A los 15 minutos ya te da igual. Es entonces cuando quieres más y más y más.
PARA CERRAR
¿Aparte del ejercicio del cajón qué puedes hacer hoy para regular tus niveles de dopamina?
Puedes aprender a auto-recompensarte con cosas sanas. Hoy aprendí a disfrutar mi workout en el gimnasio. Puse buena música y aprecié la energía disponible del momento.
Aquí te dejo mi playlist con mucho cariño para que la uses en tu ejercicio.
Mientras levantaba las pesas pensaba en un propósito elevado que tengo (te lo revelaré cuando lo cumpla) y eso me daba más fuerza.
No solo esperé la recompensa del final del ejercicio, sino que estoy entrenando a mi mente y cuerpo para recompensarme en el momento.
No me di unos Takis y 3 Gansitos congelados como recompensa, porque sería absurdo.
Te recomiendo este ensayo de mi querido Javier Morodo, donde explora otros aspectos de la dopamina.
También estoy re-aprendiendo a aburrirme y a tener el valor de sentir mis emociones, aunque sean incómodas, sin refugiarme cobardemente en el celular.
Me estoy haciendo más fuerte física y mentalmente, en un entorno que nos quiere débiles, enfermos y distraídos.
Es cuestión de abrir los ojos y tomar pequeñas acciones que te lleven a una versión tuya mejor que la de ayer. Si mejoraste 1% es un buen avance.
Yo creo en ti, porque al leer esto ya demuestras interés en tu bienestar y en el amor propio que te corresponde.
Te deseo una semana llena de alegría, de trabajo productivo y de relaciones sanas.
¡Ahó!
Reconecta Contigo.
♾️ San ♾️
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