KENSHO Y SATORI: DOS MANERAS DE CRECER
Cada vez que notas un avance en algún área de tu vida puede deberse a una de estas dos causas: los momentos Kensho y los momentos Satori, los cuales menciona Vishen Lakhiani en sus libros y seminarios.
Los momentos Kensho los conoces muy bien, ya que los has experimentado infinidad de veces. Son aquellos que surgen desde el dolor.
La vez que te corrieron del trabajo, la relación donde te pintaron el cuerno, cuando te peleaste y te rompieron la nariz o cuando hiciste algo de lo que te arrepentiste por un buen tiempo.
Esos momentos dolorosos siempre traen una lección. A veces la aprendemos instantáneamente y otras, volvemos a caer una y otra vez, al igual que Mario Bros, hasta que aprendemos una forma diferente de pensar, sentir o actuar, y pasamos al siguiente nivel del juego.
Cuando pasamos al siguiente nivel, Kensho cumplió su objetivo, y creces… evolucionas… despiertas.
El despertar no se trata de un día tomar Ayahuasca y de pronto creerte iluminado(a). Crees que ya sabes el secreto de la vida y del Universo. No, no, no, no, no, no… eso no es despertar.
Vamos despertando poquito a poquito, en esta vida y en otras vidas (si es que crees en eso) con las lecciones que se nos van presentando.
Existe por supuesto, otra forma más bonita de evolucionar, sin partirte la madre, y se le llama Satori.
Satori me suena a una japonesa preciosa con piel brillante y un kimono de colores intensos que huele muy rico. Pero no, eso no es.
Satori son las revelaciones que tenemos en ciertos momentos de nuestra vida. Son esos aha moments o insights. Son los Eurekas de la vida, que llegan como por arte de magia. No llegan a la mente, y tampoco al corazón.
Parecería que llegan directo a nuestro cuerpo espiritual. Son mensajes que le llegan a nuestra alma y le dicen: “por aquí hay un buen camino… avanza”.
Satori es el crecimiento por intuición. Suele llegar gracias a maestros y maestras que aparecen en nuestra vida, por libros que leemos, cursos que tomamos o experiencias diferentes que nos atrevemos a experimentar.
Es como cuando te das cuenta de que hay gente buena de corazón, en quien puedes confiar. Es cuando viajas a un país remoto y aprendes una forma diferente de relacionarte con la Naturaleza.
También es cuando aprendes a meditar, o cuando te desintoxicas del celular una semana y tu mente empieza a funcionar nuevamente.
Como te habrás dado cuenta, la intención de estos posts semanales es exponerte a mayores oportunidades de Satori en tu vida
CAMBIOS Y TRANSFORMACIONES
Mi gran curiosidad me ha llevado a interesarme por la sabiduría más que por el simple conocimiento. En un libro puedes aprender la fórmula para calcular el punto de fusión de un líquido (conocimiento), pero también puedes descubrir que todos estamos conectados (sabiduría ancestral), y es eso lo que genera cambios en tu vida.
Vivimos con mucho miedo a lo desconocido, y eso genera una gran resistencia al cambio. Nos da miedo intentar algo nuevo que nos saque de lo conocido, aquello que percibimos como seguro.
Puede parecernos más seguro estar en una relación con alguien que nos insulta todos los días que atrevernos a salir al mundo y sentir la soledad y la libertad al mismo tiempo.
Nos guste o no, somos seres en constante transformación. Comenzando desde el nivel atómico, luego molecular y luego celular. De igual manera se transforman nuestros pensamientos y nuestros hábitos (para bien o para mal).
El mundo y la vida también se transforman constantemente. Los momentos que viviste ayer nunca jamás se volverán a repetir de la misma forma.
Por ejemplo, a mí me tocó vivir en otro planeta. Cuando no teníamos Internet, ni celulares, ni Shazam, ni Waze, ni Netflix, etc, la vida se movía más lento. No es que fuera mejor, simplemente era diferente. Hemos cambiado mucho como especie (nuevamente, para bien y para mal).
La Tierra ha ido cambiando por millones de años. Han habido cinco extinciones masivas en los últimos 540 millones de años (el eón Fanerozoico).
Una extinción masiva es cuando desaparecen, en un periodo geológicamente breve, al menos el 75% de las especies.
Nos creemos demasiado importantes y avanzados como humanidad, pero si hacemos un zoom out, no somos más que una migaja en el Universo. Y a la vez somos el Universo mismo representado en una gota de agua de forma holográfica y fractal.
La Tierra ha cambiado a través de explosiones volcánicas, incendios, glaciaciones, inundaciones y terremotos, y sin embargo, la vida siempre florece de nuevo.
Aunque explotáramos toda la Tierra con bombas atómicas no podríamos contra la vida. Mientras haya atmósfera, agua líquida, energía solar y nutrientes, la vida siempre triunfará.
QUERER CAMBIAR AL OTRO
¿Cuántas veces has sufrido inconsolablemente porque alguien en tu vida no cambia? Yo cientos de veces. Y esto es igual de idiota que darte golpes contra la pared o meter la mano en una ratonera. Porque la otra persona no va a cambiar NUNCA… a menos que decida cambiar.
Querer cambiar a otra persona es lo más ineficiente y desgastante que puedes hacer. Lo único que puedes hacer es CAMBIAR TÚ. Yo sé, es frustrante a veces, pero ¡así viene el sanwish meing!
Aunque hay esperanza: puedes disfrutar este juego mientras te vas dando cuenta. Las relaciones te cambian, las lecciones difíciles y madrazos (Kensho) te cambian. Y también esos momentos mágicos de inspiración (Satori) te cambian.
Asimismo, no querer cambiar es una elección. Segundo a segundo estamos eligiendo quiénes somos.
PARA CERRAR
Enero es un buen momento para hacer ajustes en tu vida, para cambiar hábitos que no te sirven por los que sí te sirven. Puedes cambiar el scrolleo zombie en tu celular por un buen libro o una caminata.
Puedes cambiar el juicio por el silencio, la queja por la propuesta y la justificación por la acción.
Recuerda que no todo cambio es bueno. Es súper fácil cambiar tu breathwork de la mañana por 5 minutos de snooze.
Por otro lado, si algo ya está funcionando en tu vida, reconócetelo y continua. Además, siempre puedes hacer mejoras, aunque sea el 1% cada día.
Intenta que tu vida sea como un río y no como un pantano. El agua estancada se pudre, por eso debe fluir y moverse. Si te fijas, hay ríos donde el agua descansa a momentos y de pronto fluye salvajemente.
Recuerda nuevamente que partirte el hocico no es la única manera de aprender: aprovecha la sabiduría que hay disponible en los demás para ajustar lo que sea necesario. Y si de todas maneras te caes, te levantarás con más fuerza.
Te deseo que cambies más por voluntad que por la fuerza. Y que tengas el mejor inicio de año de tu vida.